SdP – Artículos


Diseñando el periodista digital (I)

Al parecer los periodistas digitales nos estamos preguntando qué somos, pero ya con una cierta voluntad de encontrar respuestas. En las últimas semanas la pregunta «¿qué es un periodista digital?» ha salido en las listas del Grupo de Periodistas Digitales (GPD), Enmedi@, J-Liste, la Online News Association y el Online Journalism Report. No acaban de salir respuestas claras, pero sí se van formulando cada vez preguntas más concretas y complejas, lo que ya significa todo un progreso. El debate me pilla en un momento en el que estoy destinando muchas horas a este tema y a otros relacionados, con motivo del curso de periodismo digital de la UOC.
Es por esto que os envío una aportación al debate bastante voluminosa, que repartiré en dos mensajes. Son materiales en bruto, no del todo definitivos, extraídos de su contexto (un temario de curso), por lo que pueden incorporar algunas referencias que pueden resultar extrañas. Mil disculpas, pero es lo que tengo aquí y ahora. Espero que incite ideas y debate.

Quim Gil *

¿Qué es un periodista digital? La pregunta no tiene respuesta clara, y no sólo por la poca concreción del término «digital». El propio concepto de «periodista» viene discutiéndose desde hace décadas, especialmente desde la implantación masiva de la radio y la televisión. Actualmente la definición de periodismo no afecta sólo a los periodistas digitales, sino a la profesión entera. Hasta hace poco los periodistas eran «los que informaban», «los profesionales de la información». Pero con la aparición del medio digital estas afirmaciones -cuestionables ya de por sí- han perdido todo fundamento.

Cualquiera que acceda a Internet tiene capacidad de informar. No es la calidad de la información lo que diferencia a un periodista. Un periodista malo no deja de ser un periodista y en cambio existen personas con conocimientos específicos que pueden informar muy bien, sin ser periodistas.

Por lo que respecta a la profesionalidad, si ésta se considera por el hecho de dedicarse profesionalmente y de obtener unos ingresos, veremos que en la actualidad hay muchas profesiones que se basan en la creación y gestión de información. Pocas tienen que ver con el periodismo.

Tradicionalmente la componente diferenciadora del periodista respecto al resto de profesionales implicados en la comunicación ha sido su responsabilidad social. Esta responsabilidad se basa en la libertad de información formulada en las democracias liberales, la independencia del informador y el derecho de la ciudadanía a recibir informaciones plurales y veraces. En la otra VIU de este apartado profundizamos sobre la ética periodística, sus implicaciones y su posible evolución en el marco de la Sociedad de la Información.

A continuación abordaremos las cualidades y los condicionantes del periodista digital en el ejercicio de su profesión. Veremos que otros profesionales de la comunicación podrán precisar y sufrir las mismas cualidades y los mismos condicionantes. Pero veremos también que si la aceptación explícita de un código ético era el que diferenciaba el periodista de sus vecinos profesionales, la evolución de la Sociedad de la Información tiende a reforzar la importancia de esta deontología periodística.

Electrónicos, digitales, en línea, en red...

Nos hemos decantado por la denominación de «periodista digital» en detrimento de otras posibles denominaciones. Ni nos obsesiona la fijación de un único término estandard ni creemos que el uso de otras terminologías sea erróneo. Pero demos un repaso a cada una de las denominaciones.

El primer término utilizado fue el de «periodismo electrónico», y a él se asocian medios electrónicos ya clásicos como el teletexto o el diario por fax.  Electrónico no es equivalente a digital. Medios como la televisión pueden considerarse electrónicos aunque mantengan su condición analógica. Hoy, con la perspectiva adquirida, comprobamos que no es la electrónica lo que distingue a este nuevo periodismo.

En inglés se está consolidando el término «online journalism», sobretodo gracias al empuje de los periodistas en línea  norteamericanos. En los últimos años hemos podido comprobar que el aspecto verdaderamente rompedor del nuevo periodismo tampoco radica en el hecho de estar «en línea». El ejemplo más claro nos lo ofrecen las cabeceras de prensa que han trasladado sus contenidos publicados en papel a la WWW, sin que ello comportara la mínima variación en las rutinas periodísticas de la redacción. También hemos visto «revistas en línea» que simplemente han trasladado los patrones de la prensa de papel al soporte «online».

Donde sí se están registrando cambios realmente trascendentales es en el «periodismo en red». «En red» no es lo mismo que «en la Red». El periodista en red rompe con la comunicación lineal y unidireccional de un emisor a un receptor. El periodista en red está inmerso en un mar de información y está interconectado a fuentes, periodistas, receptores, interactores, etc. Como veremos, una buena parte de sus rutinas periodísticas no son coincidentes a las de los periodistas convencionales. Ni siquiera a las de los periodistas convencionales que trabajan y publican en un soporte digital.

Ateniéndonos al concepto, estaríamos realizando un curso de periodismo en red, pero por el momento nos conformamos con la denominación de Periodismo Digital, puesto que tanto el paradigma de la Red como el de la Sociedad de la Información se basan en su carácter digital.

Es previsible que todo periodista acabe procesando la información con herramientas digitales -ordenadores, cámaras, etc- y publicando en medios digitales -Internet, televisión digital, etc-. Por tanto es previsible que todos los periodistas acaben siendo «digitales» de la misma forma que todos han acabado siendo «telefónicos» o «fáxicos». Pero unos podrán trabajar siguiendo unas rutinas periodísticas clásicas adaptadas y evolucionadas hacia el medio digital. Otros, los periodistas en red, estarán creando y consolidando unas nuevas rutinas propias de un proceso de comunicación multimedia, multilienal e interactivo.

Veamos cuál será la base de dichas rutinas.

Los parámetros de trabajo del periodista digital

Hay diversos autores que han definido futuribles perfiles profesionales más o menos relacionados con el periodista digital. En 1995 Vicent Partal popularizó la imagen del nuevo periodista como un guardia urbano que dirige el tráfico de la información, dando paso a unos y otros, priorizando la circulación de determinados carriles, siendo un punto central en la ordenación del tráfico en las autopistas de la información. Dos años más tarde -y en cuatro días de diferencia- Luis Ángel Fernández Hermana y Alfons Cornella propusieron dos imágenes diferentes que han influido bastante en la visión del periodista digital.

Fernández Hermana evolucionó el guardia urbano de Vicent Partal y lo convirtió en cartógrafo, aduciendo que en el medio digital las carreteras y autopistas estaban por construir, y que posiblemente nunca llegarían a estar establecidas. Por lo tanto, el periodista salía del asfalto y se adentraba en campos, bosques, montañas, lagos y desiertos de información, ofreciendo un riguroso mapa comunicativo a su entorno.

Alfons Cornella, un buen ejemplo de cómo un no-periodista puede llegar a ejercer de buen informador digital, inició una trayectoria muy diferente, desde la documentación y la información en el seno de las organizaciones. Y dio con el infonomista, el profesional que estudiaba las estructuras comunicacionales y diseñaba economías y flujos óptimos de información.

A la hora de concretar las rutinas del periodista digital tenemos en cuenta estas y otras opiniones, pero sobretodo nos fundamentamos en la descripción del nuevo entorno comunicacional propuesto en el apartado 2.1 «La información en la Red». Observando las nuevas realidades que nos ofrece la comunicación en Red podremos deducir nuevas rutinas que serán imprescindibles para los periodistas en red.

Rutinas
con respecto a las fuentes

1. NADAR EN INFORMACIÓN
El periodismo clásico parte de la base de que la información es un bien escaso que hay que buscar. El periodista digital se encuentra justo en el entorno opuesto. Debe localizar todas las fuentes que le interesen, debe procesar la información que le ofrecen, las debe contextualizar y las debe clasificar por unos criterios de  prioridad. También debe discriminar entre las fuentes originales y las que utilizan información de segunda mano.

2. HAY VIDA MÁS ALLÁ DE LA RED
A la hora de localizar las fuentes no sólo busca las que puede encontrar en la Red, sino que recuerda que hay fuentes fuera de ella. La recopilación activa de información no digital y su posterior digitalización e introducción a la Red puede acabar siendo una de las características de los buenos periodistas digitales frente a cartógrafos de la información e infonomistas, que tienen un carácter más observador y pasivo.

3. SÍRVANSE USTEDES MISMOS
El periodista digital debe ofrecer a su clientela el acceso a todas las fuentes originales que muestren públicamente sus contenidos, dándoles pie a que amplíen la información si lo desean. No hay motivos para escatimar un enlace si éste corresponde a una fuente original y aporta contenidos. No hay limitaciones de tiempo ni espacio que nos lo impidan.

4. LA OPINIÓN DEL LECTOR… Y POR SUPUESTO LA DEL PERIODISTA
En medio de tanta información, un valor del periodista digital se encuentra en su propia valoración de cada fuente. Un ejemplo: en una información sobre el ascenso de la ultraderecha en Europa es recomendable una lista completa de enlaces hacia páginas de colectivos de ultraderecha. Pero es la ordenación de enlaces y los comentarios del periodista a cada uno de estos enlaces lo que da al lector las claves de contextualización de esta información. Y también las opiniones del resto de lectores, no menos importantes.

5. ASEGURAR QUE CADA UNO ES QUIEN DICE SER
Dado el propio carácter de la Red, cada vez será más importante que el periodista digital compruebe que las fuentes son en realidad quienes dicen ser. Su selección de fuentes será una garantía para su clientela. Una web del Partido Socialista de Malasia puede haber sido realizada por cualquiera y puede no expresar las opiniones oficiales de dicho partido. El comercio digital precisa de comercios certificados, posiblemente el periodismo digital precisará de fuentes certificadas.

6. CUANDO LAS FUENTES REQUIEREN FILTROS
Atendiéndonos a la posibilidad de personalización de los contenidos, el periodista digital realiza consultas a las fuentes a petición de los lectores/interactores. La acreditación de prensa tiene como una de sus funciones la limitación de acceso a las fuentes. Es cierto que millones de personas conectadas a Internet están ejerciendo de hecho de periodistas e informadores. Pero no es menos cierto que las capacidades de muchas fuentes continúan siendo las mismas. Un protagonista no puede ofrecer miles de entrevistas en el estreno de su obra. Un político no puede atender las llamadas de miles de informadores. Aquí hay trabajo para periodistas profesionales.

Rutinas con respecto a los destinatarios de la información

Sean lectores, oyentes, audiencia, receptores, interactores… el periodista digital tiene una clientela. La función de su trabajo depende de ellos, trabaja para ellos. Hemos visto que la comunicación en Red permite una relación con  la clientela del periodista que tiene poco que ver con la Comunicación de Masas.

1. UN METAMEDIO REQUIERE METAINFORMACIÓN
La economía del periodismo digital depende en gran parte del aprovechamiento de recursos. Hemos visto que la Red es un metamedio, y en un metamedio es posible también la producción de metainformación, metacontenidos, metadatos. El trabajo del periodista digital se optimizará más si trabaja con esta información en bruto que puede ser susceptible de ser publicada en la WWW, en prensa, radio, televisión o cualquier otro medio de comunicación.

2. PERSONALIZACIÓN DE CONTENIDOS
Esta metainformación le permitirá también personalizar contenidos dirigidos de forma personalizada a individuos o colectivos.

3. PERSONALIZACIÓN DE FORMATOS
La personalización no sólo afecta a los contenidos en si, sino a su formato digital: versiones aptas para todos los navegadores, aptas para banda ancha, sólo texto, etc.

4. VERSIONES GRATUITAS Y NO TAN GRATUITAS
Otra ventaja de la producción de metainformación y de su posterior personalización estriba en la posibilidad de producir fácilmente -o con un bajo coste- contenidos básicos de acceso abierto y gratuito, diferenciados de sus versiones completas, de acceso no tan gratuito.

5. ANIMADOR DE LA INTELIGENCIA COLECTIVA
El periodista digital que trabaje para un colectivo determinado de interactores actuará como inspirador y animador de la inteligencia colectiva del grupo.  Su habilidad consistirá no sólo en tomar la iniciativa en el proceso de información, sino en saber canalizar todo el conocimiento que se genere en el seno del grupo. En esta faceta, el buen periodista digital debe ser un buen infonomista.

6. LOS CLIENTES TAMBIÉN SON FUENTES (Y VICEVERSA)
El periodista digital es un profesional que dedica sus esfuerzos a la identificación de fuentes, la extracción de información, el procesamiento de contenidos y su publicación. Pero también destina una buena parte de sus energías interactuando con sus «lectores». Por lo tanto, en su economía de esfuerzos debe conseguir que los interactores que más trabajo le den sean los que más compensaciones le aporten, ya sea pagando con dinero, con información, con criterio o simplemente con satisfacción emocional.

7. RECORTAR GASTOS DONDE NO HAY INGRESOS
En cambio, debe procurar que sus lectores pasivos y desconocidos no le generen gastos. Ya que de ellos no obtiene directamente ni dinero, ni información, ni criterio, ni satisfacción emocional. A menos que nos complazca el saber que hoy hemos recibido X visitas a nuestra web.

Observemos que este es el planteamiento inverso al de muchos medios digitales actuales, que dedican buena parte de sus esfuerzos en acumular «hits» -esto es, receptores pasivos desconocidos- que generen ingresos a través de publicidad, y que luego ofrecen un servicio flojo o mediano a los candidatos a interactor que envían preguntas u opiniones al buzón electrónico del medio.

Rutinas con respecto al medio

1. MÁS QUE UN REDACTOR
La Red es un canal multimedia, por lo que los periodistas digitales deben concebir su trabajo desde una perspectiva multimedia, atendiendo a elementos como el diseño del interfaz y de la estructura de contenidos, así como la integración de textos, imágenes, sonido, bases de datos, programas, etc. A la práctica esto conlleva un trabajo en equipo y en red mucho más integrado del que han conseguido los medios convencionales en sus redacciones y estudios, donde es habitual que profesionales muy diversos trabajen codo a codo, pero en un proceso en cadena, compartimentado.

2. EDITAR ES PUBLICAR
La Red es un medio de publicación instantánea. Esto altera las rutinas a las que están acostumbrados los medios periódicos o con parrillas horarias. Y no sólo es instantánea a la hora de publicar, sino también a la hora de cobrar, lo que condiciona también la perspectiva de negocio del periodismo en una vertiente digital.

3. CERTIFICAR QUE TU ERES TU
Tal y como hemos comentado, la Red requiere sistemas de certificación de identidad. No sólo será necesario que el periodista digital certifique las fuentes, sino que también acabará resultando necesario que certifique su propia identidad hacia su clientela. De nada sirve que un periodista digital compruebe que una web es efectivamente del Partido Socialista Malayo si luego otra persona le suplanta ante su audiencia.

4. GESTIÓN DEL CAOS
La Red tienen una componente de caos continuo, sin final previsto por el momento. Precisamente este caos es una de las componentes más positivas de la Red, puesto que permite unos grados de libertad de expresión desconocidos hasta la fecha. El periodista digital integra a sus servicios la capacidad de gestionar este caos y de ofrecer sus criterios de ordenación a personas que deleguen en él parte de su derecho de inmersión en el caos informativo.

5. GESTIÓN DE LA INTERACTIVIDAD
La Red es interactiva, y el periodista digital debe buena parte de su existencia a su eficiencia ante esta nueva capacidad de la «audiencia», inviable en el periodismo de la masas.

6. GESTIÓN DE LA HIPERTEXTUALIDAD
La Red es hipertextual, multilineal. El buen periodista digital también deberá sacar provecho de estas estructuras de información para ofrecer unos contenidos personalizables, flexibles, ampliables, actualizables, interactivos.

7. GESTIÓN DE LA MEMORIA
La Red se caracteriza por disponer de una capacidad de memoria virtualmente sin límites. El periodista digital debe trabajar a fondo esta capacidad, de nuevo inviable en los medios tradicionales, a la hora de contextualizar información, ofrecer backgrounds, utilizar archivos y hacer público el acceso a bases de datos en estado puro. Esta es la vertiente documentalista del periodista digital, que no sólo ofrece un pez en forma de información de archivo, sino que enseña a su clientela cómo pescar en las bases de datos.

8. GESTIÓN DE LA MULTICULTURALIDAD
Finalmente, la Red es mundial, lo que comporta que las posibles audiencias son multiculturales y multilingües. Cada medio digital opta por trabajar sobre una audiencia determinada, y sería una lástima que un buen periodista digital trabajara bien todos los puntos anteriores pero viera limitada su posible clientela por una simple barrera lingüística.
Algunas temáticas estarán bastante limitadas a un público monolingüe. Otras no.

Rutinas con respecto a los contenidos

Hemos visto cómo las fuentes, los emisores, los receptores y el canal influyen en las rutinas del periodista digital. Nos queda por abordar el mensaje, los contenidos.

1. LA VIGENCIA ES TAN IMPORTANTE COMO LA ACTUALIDAD
La capacidad de memoria de la Red puede ejercer efectos contraproducentes en la información digital. Cuando compramos un medio impreso en el quiosco o cuando escuchamos las noticias de la radio y la televisión sabemos que la información que estamos obteniendo es reciente. O como mínimo que es la más reciente que nos ha podido ofrecer tal medio. La Red constituye un flujo continuo de información, no precisa esperar a la mañana siguiente para ver publicados los contenidos. Pero a diferencia del flujo informativo de la radio y la televisión, que es substitutivo de las informaciones previas, el flujo de la Red es acumulativo. Publicar una información no implica necesariamente la eliminación de la información  desfasada o su clasificación en un archivo aparte.

Los contenidos de un medio digital deben estar explícitamente relacionados con su fecha de vigencia. En principio un buen medio digital está ofreciendo contenidos plenamente actuales. Con la información existente en la Red, los «lectores» desean tener constancia de que la información que están consultando es vigente. «Vigente» no implica necesariamente que sea «reciente». Una
información puede datar del año pasado pero mantener su vigencia (Pepita es nombrada para tal cargo), pero si la tal Pepita deja el cargo dicha información pierde vigencia.

Ante esto el periodista digital tiene diversas opciones. Mantener la información actualizada en medios digitales que imitan el sistema de producción de los medios tradicionales es complejo, porque estos sistemas de producción no están pensados para funcionar en un flujo acumulativo de información.

Los medios informativos pensados para el medio digital tienden a estar configurados sobre bases de datos interrelacionados, en las que sea posible realizar modificaciones múltiples con una sola instrucción. Bases de datos que permitan actualizar -siguiendo el ejemplo anterior- todas las informaciones en las que Pepita figura como un cargo, añadiendo una nota en la que se explique que desde tal fecha Pepita ya no ocupa tal posición.

Obviamente la concepción, diseño y mantenimiento de estas bases de datos debe correr a cargo de periodistas digitales, que son los que entienden de contenidos informáticos digitales.

2. DISEÑO DE INFORMACIÓN ABIERTA
El diseño de las informaciones digitales tiende a formatos abiertos, en los que sea posible modificar y ampliar la información. El periodista digital debe de ser capaz de trabajar con este tipo de informaciones abiertas. Continúa siendo apreciada la obtención del scoop, pero en un medio como la Red la cotización del scoop se deprecia a las pocas horas. Un día después de su publicación, un scoop debería estar contextualizado, enlazado, comentado e interpretado. Es tarea del periodista digital organizar esta convergencia de información, opinión, feedback, interpretación, contextualización y valoración transversal.

Para trabajar eficientemente sobre todas estas fuentes de información es necesario de nuevo disponer de algún sistema de base de datos, puesto que las capacidades del trabajo artesano tienen un límite.

3. DISEÑO DE INFORMACIÓN POR CAPAS
En muchos casos la información deberá ser diseñada en base a diversas capas de profundidad. Por ejemplo, disponiendo de una primera capa actualizada pero superficial ofrecida gratuitamente, y de posteriores capas con acceso restringido de pago. Como hemos dicho, en la Red la rabiosa actualidad pierde valor específico frente a la profundización, contextualización e interpretación de esta rabiosa actualidad.

4. NO SÓLO DE CONTENIDOS VIVE EL PERIODISTA DIGITAL
Si el periodista digital quiere vivir de su trabajo, deberá plantearse de dónde obtiene sus ingresos. Los costes de los medios tradicionales están basados en unos parámetros de costes de producción, distribución y publicación que pierden validez en el medio digital. Estudiaremos más a fondo esta cuestión en siguientes apartados, pero por el momento avanzamos que el periodista digital, sin olvidar las fuentes tradicionales de ingresos, deberá considerar otras opciones.

Por ejemplo, opciones que están permitiendo a los informáticos programadores obtener ingresos y compensaciones directas e indirectas mediante programas freeware o shareware. En la informática, al igual que en el periodismo digital, los costes de reproducción han cedido su relevancia a los costes de autoría. Por lo que posiblemente los lectores estén más dispuestos a pagar por los servicios de un autor que por los costes de distribución de su «copia».

Conclusiones

– Las habilidades que debe tener y administrar un medio digital son muchas, y un buen porcentaje no están relacionadas con las habilidades necesarias en los medios de comunicación convencionales. Por lo tanto, la digitalización de los medios convencionales no convierte automáticamente a los periodistas habituados a las rutinas tradicionales en periodistas en red. Tampoco es necesario que todos los periodistas cambien sus rutinas para convertirse en periodistas en red. Muchas rutinas tradicionales y muchos perfiles periodísticos tradicionales continúan en plena vigencia y pueden ponerse al día y evolucionar dentro de unos parámetros de
periodismo unidireccional, lineal y de masas.

– La Red permite la creación de medios digitales formados por una micro-redacción, integrada incluso por una sola persona. Pero difícilmente una sola persona podrá cubrir todas las habilidades y tareas a realizar. Por ello los equipos periodísticos reducidos deberán incorporar el sistema de red en su propia organización profesional y empresarial, buscando alianzas externas,
subcontratando tareas, etc. En definitiva, el periodista digital deberá adaptarse también a las tendencias de la economía digital.

-Estén dentro o fuera de su estructura empresarial, el periodista digital deberá moverse como pez en el agua en sus relaciones con profesionales vecinos. No hablamos ya de superar las tradicionales tensiones entre redactores, fotógrafos y publicistas, sino en ser capaces de establecer un lenguaje de trabajo común con documentalistas, diseñadores, programadores, administradores de
sistemas, comerciales, etc. No se puede establecer un lenguaje de trabajo óptimo con otros profesionales sin conocer los parámetros
básicos de sus respectivos trabajos, por lo que el periodista digital debe incorporar a su formación introducciones a disciplinas vecinas muy diversas.

– Todo lo mencionado en esta VIU caracteriza a un buen profesional de la comunicación digital. Pero lo que distingue el periodista del resto de profesionales vecinos es la aceptación explícita de un código ético.

En la siguiente entrega entramos de lleno en la relevancia de los códigos éticos para el futuro de la profesión periodística.

Lecturas
recomendadas:

Fernández
Hermana, L.A. «De exploradores y
cartógrafos»
Editorial de En.red.ando (1997)
http://enredando.com/cas/cgi-bin/editorial/plantilla.pl?ident=252

Cornella, A.
«Eureka: es la infonomía, y somos infonomistas»
Artículo de Extra!Net (1997)
http://www.extra-net.net/articulos/en971108.htm

Serra, A.
«La comunicación digital como nuevo campo de investigación»
Taxonomía de diversos perfiles profesionales relacionados con la información, entre ellos el periodista digital realizada por Artur Serra en el Congresi Internacional de la Publicación Ellectrónica – Maig’98.
http://www.gpd.org/maig98/es/comunicaciocon.html

El papel del comunicador en el nuevo contexto tecnológico.
http://www.blues.uab.es/comunicareradigital/pon7/pon7.htm
Selección de contenidos de las intervenciones de Cristina Ribas, Virgili Broch, Antoni Esteve, Víctor Puig y Àngel Cortés en el congreso Comunicar en la Era Digital. (1999)

Otras
lecturas:

Bullón, P. «Algo está cambiando. La Prensa ante las nuevas tecnologías»

Interesante artículo que aborda el proceso de adaptación de la prensa escrita al medio digital y la relevancia de un código deontológico.
http://www.saladeprensa.org/art35.htm

Díaz-Noci, J.
«Tendencias del periodismo electrónico»
Informe muy bien documentado, especialmente útil para conocer los antecedentes del periodismo digital.
http://www.ehu.es/zer/6artdiaz.html

Echevarría, J.
«Periodismo electrónico en la sociedad del futuro»
Ha llovido mucho desde la publicación de este texto, pero su lectura es aún interesante.
http://www.saladeprensa.org/art08.htm


*
Quim Gil es un periodista español, consultor en
el curso de posgrado de Periodismo Digital en la
Universitat Oberta de
Catalunya
. Esta es su
primera colaboración para
Sala de Prensa.

Scroll al inicio